Una cortita

El hacia cosas simples...detenia guerras.
Si algun ministro jodia, lo llamaban y por una modica suma no jodia mas y nadie se enteraba.
Pero esta vez fue distinto, lo llamaron para q sea el centro de atencion.
Dos imperios, uno enorme y otro pequeño, se disputaban una fortaleza.La guerra hubiera durado años y seria demasiado costosa, asi q cada imperio propuso un campeon para resolver todo en un solo combate y acordaron no discutir el resultado.
El emperio pequeño envio a su mejor guerrero, un ser honorable habia salvado incontables vidas y preferia siempre el camino de la paz.
El gran imperio no poseia ningun guerrero q se lo comparara asi que le pagaron al Asesino para que luchara por ellos.

El dia de la batalla miles de nobles asistieron al coliseo a ver la pelea...
desde la puerta norte entro el Guerrero, vistiendo una sencilla tunica blanca y portando la espada mas grande que ninguno jamas hubiera visto, a le no le pesaba.
De la puerta sur entro el Asesino, vistiendo una sencilla tunica roja,portando dos espadas.

Habian acordado q el duelo seria a primera sangre. Comenzo la pelea.

El guerrero era extraordinario pero su fuerza y si experiencia no podian con la velocidad del Asesino, porto descubrio que no podia golpearlo y dificilmente podia verlo bien. Su oponente era un borron rojo q no dejaba de sonreir mientras buscava una oportunidad para atacar.
Por mas que le doliera el Guerrero devia rendirse y perder, pero mientras contamplaba esta aterradora posibilidad, noto que el Asesino tropesaba y rapido como un relampago lanzo una estocada q le perforo el hombro.
La multitud aullo con euforia mientras unos medicos con una camilla corria a socorre al caido.
Ahora la guerra no ocurriria, mientras salia de la arena miro atras al hombre q descansva en la camilla.
El Asesino lo miro a el, le guiño un ojo.

A veces vale la pena perder para divertirse.